Pese a la demonización, las noticias falsas y la guerra judicial, Luisa González (Revolución Ciudadana) le ganó al multimillonario de derecha Daniel Noboa (ADN). Definirán en octubre, en una segunda vuelta muy reñida.

Pese a la ola de violencia, el estado de excepción y la militarización con las que se despide, sin terminar su mandato, el gobierno de Guillermo Lasso, el pueblo ecuatoriano sigue apostando por la democracia. El domingo 20 se concurrió en forma masiva (82 por ciento) a votar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y legislativas. Además, se realizó un plebiscito sobre la extracción de recursos naturales en la región de la Amazonia. 

Fue una gran elección para el movimiento iniciado por Rafael Correa, que demostró una vez más que sigue vivo pese a ser blanco de una permanente campaña de demonización a través de noticias falsas y guerra judicial. Pero esto no significa que está todo dicho. Por el contrario, la segunda vuelta se presenta muy difícil para la Revolución Ciudadana, que conservó el voto duro del correísmo, pero que deberá captar más votos para ganar. Todos los candidatos que quedaron fuera de la segunda vuelta ofrecieron propuestas de derecha y de ultraderecha, en muchos casos con altas dosis de anticorreísmo.

La gran duda es cómo González podrá captar más votos. En 2021 el entonces candidato a presidente por el correísmo y hoy candidato a vice, Andrés Arauz, obtuvo un porcentaje similar (32 por ciento) pero luego perdió en segunda vuelta frente a Guillermo Lasso. Una alianza entre las fuerzas de derecha (que sumadas obtuvieron más de 3.700.000 votos) podría llevar a un escenario similar, y a una derrota de la Revolución Ciudadana.

Luisa González (Revolución Ciudadana) cosechó el 33,47 por ciento de los votos (3.244.487) mientras que Daniel Noboa (Alianza Democrática Nacional) ocupó el segundo puesto con 23,48 por ciento de los votos (2.275.910).

Las encuestas venían dando como favorita a la candidata correísta. Noboa, en cambio, fue la gran sorpresa. Los sondeos lo ubicaban con pocas chances. Su participación en el debate presidencial televisado, donde mostró un discurso moderado, exento de odio y violencia, señalan los analistas, lo catapultó. 

“Se verán las caras en octubre. Será esa otra contienda en donde la derecha tenderá a unirse, cerrará filas alrededor del joven Noboa que, hay que decirlo, no destiló veneno en el debate de marras, eso lo hizo distinto y eso, quizá, explique en parte su brutal crecimiento electoral”, señala el comunicador y ex vicecanciller de Rafael Correa, Xavier Lasso, en una nota de opinión publicada en Página 12.

“Ahora le toca al progresismo convocar a los sectores con los cuales deberá forjar alianzas, ya no puede postergar el trabajo político con el potente movimiento indígena. Se ha tendido a enterrar a los odiadores, los mentirosos, los que han llevado a un nivel de miseria a la política. Ojalá que ese entierro haya sido boca abajo, única manera de hundirse más si osan hablar. Son ellos los que profundizarán su tumba, simbólica, política”, agregó el analista, al tiempo que consideró que Ecuador debe asirse a quien más pueda ofrecer desarrollo humano, tejido social, inversión social. “El puro capital y su especulación financiera es nuestra destrucción y pesadilla”, indicó.

El tercer lugar lo ocupó Christian Zurita (Movimiento Construye) que reemplazó al asesinado Fernando Villavicencio y obtuvo el 16,51 por ciento de los votos (1.600.315). El cuarto lugar fue para el empresario y ex mercenario Jan Topic, que obtuvo el 14,68 por ciento (1.422.891). Fue el gran derrotado. Los sondeos indicaban una mejor cosecha para el candidato que más claramente propuso mano dura contra la inseguridad, uno de los grandes problemas que dejaron los gobiernos neoliberales de Lenin Moreno y Lasso. El quinto lugar fue para el empresario de derecha Otto Sonnenholzner, quien también obtuvo muchos menos apoyo que el que vaticinaban los sondeos: 7,05 por ciento (681.597).

No a la destrucción del medio ambiente

El pueblo ecuatoriano marcó un precedente histórico a nivel regional y mundial al decidir mediante un plebiscito detener la explotación de petróleo de uno de sus mayores yacimientos, situado en el Parque Nacional Yasuní, al que se le considera el corazón de la Amazonía ecuatoriana y uno de los epicentros mundiales de biodiversidad.

El 59,14 por ciento de los votantes votó “Sí” a cesar las operaciones del Bloque 43-ITT frente al 40,86 por ciento que votó “No” a detener la actividad del yacimiento que opera la empresa estatal Petroecuador. Se denomina ITT porque incluye los campos petroleros de Ishpingo, Tambococha y Tiputini.

El resultado significa un gran triunfo de Yasunidos, el colectivo ambientalista que impulsó esta consulta nacional para proteger el Yasuní, y de los pueblos originarios, que se había manifestado mayoritariamente a favor del “Sí”, en especial el pueblo waorani, la etnia más numerosa que habita esa región, un área natural protegida de un millón de hectáreas de extensión.

En esta reserva natural se encontraron más de dos mil especies de árboles y arbustos, 204 de mamíferos, 610 de aves, 121 de reptiles, 150 de anfibios y más de 250 de peces. Habitan allí los tagaero, taromenane y dugakaeri, pueblos indígenas en aislamiento voluntario.

En un comunicado Petroecuador, que opera el Bloque 43-ITT desde 2016, señaló que va a “acatar a cabalidad” la decisión popular “en absoluto respeto de este proceso democrático”.

La integrante de Yasunidos Alejandra Santillán dijo que el resultado del referendo “es la demostración de que la democracia directa desde abajo es posible”.

“Ahora necesitamos planes integrales de reparación, el cumplimiento del dictamen de la Corte Constitucional, el retiro de Petroecuador y todas las empresas chinas del territorio Yasuní y de una vez por todas sentarnos a discutir cuál es esa transición social, ecológica y justa que el Ecuador está planteándole al mundo”, explicó Santillán en declaraciones a Página 12.

“Ecuador es un país chiquito de América latina que no necesariamente sale en las portadas de los diarios y que en el último tiempo ha salido precisamente por las masacres carcelarias, el crimen organizado y los gobiernos corruptos. Sin embargo, la consulta popular por el Yasuní es el principal consenso que tiene en este momento el pueblo ecuatoriano”, señaló la militante. 

La consulta nacional sobre el Bloque 43-ITT fue promovida por el colectivo ambientalista Yasunidos después de reunir 757 mil firmas y librar una batalla legal de diez años con los órganos electorales de Ecuador. La extracción petrolera en ese sector empezó en 2016 luego de años de tenso debate y esfuerzos fallidos bajo el gobierno del entonces presidente Rafael Correa. El ex mandatario fracasó en su intento por lograr que la comunidad internacional le pagara a Ecuador unos 3.600 millones de dólares en compensación para evitar la extracción en ese campo del Yasuní.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 26/08/23

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