En las antípodas de quienes predican las bondades del libre mercado y abominan de las regulaciones estatales, tanto en Estados Unidos como en Europa los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil vienen luchando para establecer restricciones a la angurria corporativa de las empresas tecnológicas que lucran con las redes sociales sin importarles los daños que puedan producir a los usuarios. El aumento exponencial del suicidio adolescente y el abuso de niñas y niños son apenas dos ejemplos de las tragedias reales que produce el mundo virtual desregulado.

El informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “El acoso a los niños en las redes sociales”, señala que “es un serio problema en el mundo entero, agravado por el uso de las nuevas tecnologías y el contexto digital: 130 millones de estudiantes, uno de cada tres en edades comprendidas entre los 13 y los 15 años, padecen en estos momentos esa lacra”.

“La Organización Mundial de la Salud define el acoso infantil como uno de los mayores problemas de salud pública. Es un fenómeno que puede acarrear graves consecuencias educativas, físicas y de salud mental, tanto en la infancia como en la adolescencia”, agrega el informe, al tiempo que denuncia que las niñas y los niños pueden sufrir ansiedad, temores y tensión emocional, insomnio y dolores psicosomáticos.

“Como hemos sabido a través de la prensa, algunos casos de acoso han llevado al suicidio a los niños que lo han padecido. Los estudios al respecto indican que algunos de sus efectos pueden incluso prolongarse hasta la edad adulta y causar altas tasas de depresión y desempleo”, indica la investigación de la ONU, que hace referencia a que estas acciones en línea pueden alcanzar características de amenaza, chantaje, intimidación o explotación, a veces vinculados a contenidos sexuales.

WeProtect Global Alliance, una organización dedicada a luchar contra este tipo de delitos, publicó en 2023 su cuarto Informe de Evaluación de Amenazas Globales, que reveló un aumento del 87 por ciento en los casos materiales de acoso sexual infantil denunciados desde 2019, con más de 32 millones de casos en todo el mundo. “Los hallazgos subrayan la necesidad apremiante de una respuesta coordinada y multifacética para proteger a los niños del mundo de esta creciente amenaza”, señala el estudio, que también reveló un incremento del 360 por ciento en las imágenes sexuales autogeneradas de niños de 7 a 10 años, entre 2020 y 2022.

Según esta investigación, las conversaciones con niños en plataformas de juegos sociales por Internet pueden convertirse en situaciones de acoso de alto riesgo en 19 segundos, con un tiempo promedio de abuso de sólo 45 minutos.

“Los entornos de juego social que facilitan la interacción entre adultos y niños, y el intercambio de obsequios virtuales, aumentan significativamente estos riesgos”, puntualiza el estudio.

Las corporaciones ante el Senado de Estados Unidos

“Señor Zuckerberg, usted y las empresas que tenemos delante, sé que no es su intención, pero tienen las manos manchadas de sangre. Tienen un producto que está matando a gente”, dijo el senador Lindsey Graham a los directivos que comparecieron en el Capitolio en una sesión especial, que tuvo lugar el 31 de enero, sobre los peligros de las redes sociales para niñas, niños y adolescentes.

Uno de los mayores cuestionamientos se refirió a Instagram, donde hay imágenes de abuso sexual infantil acompañados de una advertencia que puede ser sorteada con facilidad para luego sí tener acceso a ese material. Cuando comenzó la audiencia, la comisión reprodujo un video en el que los niños hablaban de haber sido intimidados en las plataformas de redes sociales. Los senadores contaron historias de jóvenes que se quitaron la vida tras ser extorsionados por dinero tras compartir fotografías con depredadores sexuales. Y familias de las víctimas asistieron a la reunión, sosteniendo fotografías de sus hijas e hijos y exigiendo más regulaciones estatales a viva voz.

Los senadores acusaron a las empresas de no hacer lo suficiente para limitar los riesgos de estas plataformas, como los depredadores sexuales o la prevención del suicidio adolescente. Fue la octava oportunidad en que Zuckerberg debió dar testimonio ante el Congreso.

Los senadores mencionaron documentos internos de Meta (Facebook e Instagram) que muestran que Zuckerberg se negó a reforzar los equipos dedicados a rastrear los peligros en línea para los adolescentes. “La hipocresía es alucinante”, declaró el senador Richard Blumenthal a The New York Times. Esos documentos forman parte de una demanda de unos 40 estados contra Meta en la que se asegura que la compañía permite la entrada de usuarios menores de 13 años en Instagram, y que sólo desactiva una parte de esas cuentas. También acusan a Meta de ocultar estudios internos que demuestran los perjuicios para los usuarios de Instagram y Facebook.

Según la legislación estadounidense, las plataformas web están en gran medida protegidas de la responsabilidad legal por los contenidos que se comparten en su sitio. Y hace tiempo que los congresistas vienen intentando, sin éxito, establecer normas más estrictas. Pero quedó claro, una vez más, tras decenas de reuniones en las distintas cámaras, que las grandes corporaciones tienen más poder que el Congreso y que la voluntad popular.

Uno de los proyectos de ley, por ejemplo, intenta proteger a los niños de algoritmos que puedan desencadenar ansiedad o depresión. Otra propuesta consiste en exigir a las plataformas de redes sociales que verifiquen la edad de los titulares de las cuentas y prohíban por completo el acceso a menores de 13 años.

Ante estos reclamos, las respuestas de las grandes empresas tecnológicas oscilan entre la burla y el cinismo. X anunció que está creando un equipo para eliminar el contenido de explotación sexual infantil. Pero cuando Elon Musk adquirió Twitter (ahora denominada X) en 2022, hizo enormes recortes de personal y redujo la seguridad. “X cree que la libertad de expresión y la seguridad de la plataforma pueden y deben coexistir”, dijo Yaccarino ante el Senado.

El fundador de Facebook fue duramente cuestionado por el senador republicano Ted Cruz, quien apuntó a las políticas de Instagram para evitar contenido relacionado al abuso sexual infantil. El legislador explicó que a los usuarios les aparece un mensaje de advertencia que dice que los resultados pueden contener imágenes de abuso sexual infantil. Pero luego, la red social le da dos opciones desplegadas en links: “Obtener ayuda” o “Mira de todos modos los resultados de la búsqueda”. Esto último suscitó uno de los momentos más tensos de la audiencia: “Señor Zuckerberg, ¿qué demonios estaba usted pensando?”, le reclamó Cruz al presidente de Meta.

Zuckerberg dijo que “a menudo es útil, en lugar de simplemente bloquearlo, ayudar a dirigirlos hacia algo que podría ser útil”. Y, ya acorralado por las preguntas y los gritos de los asistentes, prometió “investigarlo personalmente”.

Luego, bajo la presión del senador republicano Josh Hawley, Zuckerberg se puso de pie y se dirigió a las familias que sostenían fotografías de sus hijos perjudicados por las redes sociales.

“¿Le gustaría ahora pedir disculpas a las víctimas que han resultado perjudicadas por su producto?”, preguntó Hawley, señalando que la audiencia se transmitía en vivo por televisión.

“Lamento todo lo que han pasado. Nadie debería pasar por las cosas que sus familias han sufrido y es por eso que invertimos tanto y vamos a continuar haciendo esfuerzos en toda la industria para asegurarnos de que nadie tenga que pasar por las cosas que sus familias han tenido que sufrir”, sostuvo Zuckerberg frente a las familias.

Chew, de TikTok, dijo que tiene tres hijos pequeños y sabe muy bien que estos temas “son horribles y son la pesadilla de cualquier padre”. “Tengo la intención de invertir más de 2.000 millones de dólares en confianza y seguridad. Sólo este año, tenemos 40 mil profesionales de seguridad trabajando en este tema”, informó Chew.

Asimismo, Meta también señaló que 40 mil de sus empleados trabajan en seguridad en línea, y que se han invertido 20 mil millones de dólares desde 2016 para que la plataforma sea más segura.

Antes de comparecer, y previendo una sesión con la presencia de las víctimas y sus familias, Meta afirmó que bloqueará los mensajes directos enviados a jóvenes adolescentes por desconocidos. Por defecto, ahora los menores de 16 años sólo pueden recibir mensajes o ser añadidos a chats de grupo por personas a las que ya siguen o con las que están conectadas. Esta empresa afirma que también ha reforzado las restricciones de contenido para los adolescentes en Instagram y Facebook, dificultándoles la visualización de mensajes que hablen de suicidio, autolesiones o trastornos alimentarios.

Zuckerberg se disculpó con los familiares de las víctimas de ciberacoso y violencia en las redes.

El mayor negocio: la venta de datos de los usuarios

Según informó el sitio de noticias de Reino Unido BBC News, si bien la reunión se centró principalmente en la protección de los niños contra la explotación sexual en Internet, “los senadores aprovecharon que cinco poderosos ejecutivos se sentaron frente a ellos bajo juramento” y apuntaron a otro de los temas clave: la venta de datos de los usuarios, la actividad más rentable de estas plataformas.

Por ejemplo, se le preguntó a Chew, de TikTok, si su empresa comparte los datos de los usuarios estadounidenses con el gobierno chino, lo que él negó.

Si bien Zuckerberg y Chew asistieron voluntariamente a la audiencia después de ser convocados, Linda Yaccarino, de X, el jefe de Discord, Jason Citron, y el jefe de Snap, Evan Spiegel, recibieron citaciones, lo que significa que tenían obligación legal de comparecer.

El objetivo de la convocatoria fue analizar las actitudes de las empresas hacia la legislación que está debatiendo el Congreso, que apunta a exigirles responsabilidades por el material publicado en sus plataformas.

El legislador republicano Lindsey Graham enumeró una serie de proyectos de ley que se están discutiendo y preguntó si Citron los apoya o no. Si bien tuvo pocas oportunidades de responder, el jefe de Discord parecía tener reservas sobre la mayoría de ellos. “Así que aquí lo tienes: si estás esperando a que estos tipos resuelvan el problema, moriremos esperando”, concluyó Graham.

El analista de la industria de las redes sociales Matt Navarra le dijo a la BBC que, a pesar de que los senadores estuvieron de acuerdo en la necesidad de impulsar una legislación para regular las plataformas, los resultados concretos siguen sin aparecer. “Hemos visto estas audiencias una y otra vez y a menudo, hasta ahora, no han generado ninguna regulación significativa o sustancial”, dijo el especialista.

“Estamos en 2024 y Estados Unidos prácticamente no tiene regulación, como se señaló durante las audiencias, con respecto a las empresas de redes sociales”, sostuvo Navarra en declaraciones a BBC News.

Los empresarios hicieron mucho hincapié en la cantidad de personal que disponen para regular contenidos. Meta y TikTok, con el mayor número de usuarios, dijeron que tienen 40 mil moderadores, mientras que Snap dijo que tiene 2.300, X tiene 2.000 y Discord, que dijo ser más pequeño, tiene “cientos” de moderadores. Discord es una plataforma de mensajería y es cuestionada sobre cómo detecta y previene el abuso infantil.

Después de la audiencia, algunos de los padres que estaban en la sala organizaron una manifestación en la calle, y varios pidieron a los senadores que aprueben urgentemente legislación para responsabilizar a las empresas.

“Estos daños están ocurriendo de la noche a la mañana a nuestros niños”, afirmó en declaraciones a BBC News, Joann Bogard, padre de Mason, que murió en mayo de 2019 tras participar de un juego de asfixia que se viralizó en TikTok. “Tenemos los testimonios. Ahora es el momento de que nuestros legisladores aprueben la Ley de Seguridad Infantil en Internet”, agregó.

Por su parte, Arturo Béjar, un ex trabajador de alto rango de Meta que testificó ante el Congreso en noviembre de 2023, también estuvo en el Senado y le dijo a la BBC: “Meta está tratando de transmitir a los padres su responsabilidad de brindar un entorno seguro para los adolescentes, pero no agregará un botón para que un adolescente pueda decir que ha sufrido un avance indeseado”.

“¿Cómo pueden hacer que sea seguro para los adolescentes sin eso?”, preguntó Béjar.

 

Nota publicada en el semanario El Eslabón el 17/02/24

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