Ni siquiera encuadra en el moderno concepto de posverdad. Es una mentira lisa y llana, cercana a la burla. Acaso pueda relacionarse con la ironía británica. O mejor, con la impunidad de los Imperios, al margen de las leyes y las normas. Más precisamente, el Imperio británico, que durante siglos esparció barbarie, destrucción, muerte y sangre por todos los rincones del planeta.
Y parte de esa sangre manchó los documentos de la burocracia imperial. Porque los Imperios deben asentar, registrar, contabilizar sus acciones. Hay papeles que comprometen y que, en algún momento, dadas las circunstancias, tienen que desaparecer, perderse, traspapelarse. Los Imperios mienten con la misma impunidad que invaden, matan y torturan. Por eso son Imperios.
Según informó el sitio de noticias ruso RT, agencias gubernamentales británicas extraviaron de los Archivos Nacionales documentos relacionados con los acontecimientos más “polémicos” de la historia reciente del Reino Unido, como Irlanda del Norte, Palestina o la Guerra de las Malvinas.
En este sentido, el sitio de noticias ruso señala que el gobierno británico reconoció el “extravío” de miles de documentos relacionados con diferentes “sucesos polémicos” de la historia del Reino Unido durante el siglo XX, según informó el diario británico The Guardian.
El diario británico, en realidad, trató el tema del “extravío” con cierto escepticismo, y señaló que algunos funcionarios de los Archivos Nacionales, lugar donde se conservaban estos papeles, los eliminaron y luego comunicaron su pérdida.
“En algunos casos, folios específicos de los archivos fueron cuidadosamente seleccionados y luego extraídos”, señaló The Guardian poniendo en serias dudas la versión oficial.
Más de mil archivos con documentos cayeron bajo los influjos de las artes de birlibirloque de Harry Potter. Y no eran documentos inocentes, ni sobre cuestiones banales. Todo lo contrario. En la mayoría de los casos trataban cuestiones escabrosas, crímenes imperiales. Y eran documentos que primero se retiraban de circulación, para luego comunicar su “extravío”, según especuló The Guardian.
Los documentos “extraviados” serían más de mil carpetas, cada una de las cuales podrían contener decenas de folios.
Los documentos pertenecen a los Archivos Nacionales, y habitualmente son cedidos y trasladados a otras reparticiones gubernamentales, entre ellas al Ministerio de Asuntos Exteriores, las que luego deben devolverlos. Pero en medio de este trámite, algo ocurrió, y las carpetas con material sensible desaparecieron.
Buena parte del total de los archivos extraviados en un principio se recuperaron, pero más de mil siguen extraviados, y el gobierno de Reino Unido no informó si existen copias digitales de ese material.
En este sentido, el Ministerio de Asuntos Exteriores comunicó a los Archivos Nacionales que, pese a que devolvieron gran parte de los documentos que tomaron prestados, algunos de ellos no se habían podido localizar. Sin embargo, se negaron a explicar por qué este ministerio se hizo con estos papeles.
Un portavoz de los Archivos Nacionales ha asegurado que cuando se notifica el extravío de algún documento, se toman las acciones necesarias para encontrarlo.
Los historiadores, por su parte, sospechan que se están eliminando deliberadamente documentos para suprimir ciertos detalles de algunos de los episodios más oscuros de la historia del Reino Unido durante el pasado siglo.
Si se tienen en cuenta los datos publicados por la web oficial de los Archivos Nacionales, solamente en el período que abarca los años 2012-2014 se han perdido un total de 327 documentos. Asimismo, entre 1999 y 2017 se extravió la elevada cantidad de 1.607 documentos.
Entre los papeles extraviados también está la llamada “carta de Zinóviev”, supuesta directiva de la Internacional Comunista de Moscú para el Partido Comunista del Reino Unido.
El mensaje, que se atribuyó en su momento a un dirigente soviético de alto rango, Grigori Zinóviev, fue publicado varios días antes de las elecciones de 1924 y, aunque tuvo escaso impacto en los votantes laboristas, sí ayudó a los conservadores porque aceleró el colapso del Partido Liberal.
Otros ficheros perdidos se refieren a la administración colonial británica en Palestina, las pruebas de vacunas contra la poliomielitis y la situación de las Islas Malvinas.
Una interpelación presentada en 2014 conforme a la Ley de Libertad de Información reveló que los Archivos Nacionales prestaron a diversas instituciones gubernamentales 9.308 ficheros en 2011, otros 7.122 archivos al año siguiente y 7.468 en 2013.
A los funcionarios públicos se les recuerda que deben devolverlos, pero no están obligados a hacerlo. “Los Archivos Nacionales envían regularmente a los departamentos del gobierno las listas de documentos prestados”, dijo un portavoz del ente.
“Si nos notifican que falta un fichero, preguntamos qué acciones se han emprendido y qué medidas se están tomando para encontrarlo”, añadió.
……………………………………………………………………..
