El aniversario del asesinato de Cabezas tuvo este año especial connotación por la condicionada libertad de expresión en tiempos macristas, despidos y continuos achiques en empresas de comunicación, y desguace de los medios públicos nacionales.

El nuevo aniversario del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, un hecho ocurrido en 1997, tuvo este 2018 especial connotación por el aire viciado que se respira, una libertad de expresión acotada, amenazas de más despidos en las empresas de comunicación e intentos de achique y hasta desaparición de algunos medios públicos nacionales. En este contexto, en la recordación por el crimen del fotógrafo que se hizo a nivel local, el Sindicato de Prensa Rosario (SPR) dio en el blanco de la cuestión al calificar aquellos años 90 como una década infame de políticas neoliberales que parecen replicarse en la actualidad. Y lanzó: “(Alfredo) Yabrán podría ser un ministro del actual gabinete nacional”.
La fecha de conmemoración del crimen de Cabezas volvió a calar hondo como honda es la preocupación en el sector de los trabajadores de prensa. En esta misma semana, en Buenos Aires, hubo una multitudinaria manifestación en defensa de los medios públicos que incluyó un abrazo simbólico a Canal 7. Al mismo tiempo, un equipo periodístico de la agencia Télam denunciaba que había sido objeto de un operativo de inteligencia por parte de la policía porteña que “confundió” a periodistas con militantes de una organización social. En el ámbito local, los conflictos siguen latentes en LT3 y en la misma Radio Nacional Rosario. En el primero de los frentes que se abrió desde diciembre con el atraso salarial recién hubo algo de calma a la agitación –luego de semanas de tensión y medidas de fuerza– con el cobro de los salarios adeudados esta misma semana. Pero según fuentes gremiales la incertidumbre continúa ante el vacío gerencial de una patronal que ya hace ocho meses se hizo cargo de la emisora. Tiene diferentes interlocutores y ninguna línea clara a futuro, según comentaron voceros sindicales.

En tanto, en Radio Nacional Rosario aún no definía el conflicto que desató un despido de una empleada que trabajaba en la emisora local desde hace cinco años, en el marco de que aún no se renovaron los contratos artísticos y eventuales. A eso, además, hay que sumarles las denuncias de abandono de la infraestructura de la radio como es el caso del auditorio que dejado a la suerte de las alimañas, como señaló un ex funcionario, tema que fue tapa de El Eslabón nº 334.

Con ese marco de fondo, y como lo hacen todos los años, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra) acompañada por el SPR, realizó el jueves pasado un acto recordatorio de Cabezas, el periodista gráfico asesinado en la madrugada del 25 de enero de 1997 en una cava rural de General Madariaga, provincia de Buenos Aires, después de haber sido secuestrado de la puerta del domicilio desde el que cubría la temporada de verano en Pinamar. Recibió dos disparos y su cuerpo fue incendiado en el interior del vehículo que había rentado la Editorial Perfil.

La banda ejecutora trabajaba para el poderoso y oscuro empresario Alfredo Yabrán, a quien meses atrás el propio Cabezas había logrado fotografiar en una playa. Yabrán era alguien del que mucho se hablaba por su exorbitante crecimiento en los negocios en pleno gobierno menemista, pero del que casi nadie conocía su rostro.
En un comunicado el SPR había subrayado que “el neoliberalismo brutal, peor que en los ´90, corregido y aumentado porque tiene mayor experiencia y lo acompaña el contexto internacional, está de nuevo en el poder”.
“Alfredo Yabrán podría ser un ministro del actual gabinete nacional. La concentración de medios devino todopoderosa. ¿Da las órdenes? ¿Las recibe, miente y oculta descaradamente? Lo cierto es que está, actúa todos los días para tapar, para esconder información, para agobiar hasta asfixiar el trabajo de las y los periodistas. La derecha en el poder nos pone corralitos, nos censura, nos lastima, nos dispara, nos precariza, nos despide, nos detiene por trabajar, por informar”, expresó el SPR. Y graficó como ejemplo las imágenes de los cuerpos sangrantes de de los fotoperiodistas Pablo Piovano (ex trabajador de Página|12) y Federico Hauscarriaga (Anred) durante la cobertura de la marcha del 14 de diciembre pasado contra la Reforma Previsional. “La vida de un periodista no vale más que la de otro argentino o argentina. Sólo que el ataque contra las y los trabajadores de prensa siempre persigue la intención de amordazar, de callar”, subrayó.

El gran abrazo a la TV Pública

Trabajadores de la TV Pública (Canal 7), Télam y Radio Nacional realizaron un multitudinario abrazo en defensa de los medios públicos y en contra de las políticas de vaciamiento, en el histórico edificio del canal en la porteña avenida Figueroa Alcorta al 2900. Además, el hecho se complementó con la junta de firmas para reclamar que no se siga vulnerando el derecho a la información de la ciudadanía.

Distintas agrupaciones sindicales del sector de medios como el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), el Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid), la Asociación del Personal Jerarquizado (APJ), el Sindicato Argentino de Locutores (SAL), la Asociación de Trabajadores de Radio Nacional (Atrana) y la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren), junto a organizaciones de derechos humanos, gremiales, sociales y políticas, además de artistas y periodistas de medios alternativos, autogestivos y populares. manifestaron el absoluto rechazo a las políticas de ajuste presupuestario y reducción de contenidos que pretende llevar adelante el ministro de Medios y Contenidos Federales, Hernán Lombardi.

La conducción del acto estuvo a cargo de la locutora y periodista del Noticiero, Gabriela Rádice, quien dio la palabra a los diversos oradores que se sumaron al pedido de cese de despidos, reincorporación de despedidos, no al vaciamiento en la TV Pública, y la restitución de los noticieros durante el fin de semana, con la consigna “menos noticias es censura”.

Acompañaron el acto las entrañables Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeyda, Lita Boitano y Nora Cortiñas, quien rechazó enfáticamente la invitación a la reconciliación planteada por el diputado macrista Massot.
Posteriormente en representación de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, expresó su solidaridad José Schulman, destacando que “la metodología de despedir trabajadores de los medios es utilizada por la derecha para tratar de ganar la batalla cultural». Las sentidas exposiciones precedieron el discurso de Agustín Lecchi, delegado de las y los trabajadores de Prensa del Canal y secretario de Sipreba, quien remarcó: “La avanzada que están haciendo, con la extorsión de una paritaria cero para que nosotros negociemos salario por condiciones laborales y un recorte total de horas extras, repercute directamente en la pantalla porque no tenemos capacidad operativa para garantizar los noticieros de todos los días”.

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