Desde Ciudad de México, donde se encuentra exiliado tras el golpe de Estado perpetrado por comandos cìvicos, la Policía y las Fuerzas Armadas (FFAA), Evo Morales por primera vez se mostró dispuesto a retirar su candidatura presidencial.
En ese sentido, Evo afirmó que estaría dispuesto a resignar su postulación, , pero reclamó que le permitan continuar el mandato que se interrumpió con su derrocamiento hace ocho días.
Morales amplió: “No sé por qué están asustados con Evo, no quieren que participe; está bien, todo por la vida, por la democracia; retiro mi candidatura, pero deberían dejarme terminar mi mandato, ¿se entiende?”.
Apenas 24 horas antes, en una entrevista con la BBC británica, el ex mandatario había dicho: “Tengo todo el derecho de participar en las elecciones, pero dicen no Evo, no Evo; ¿por qué tienen miedo a Evo?”.
Morales está asilado en la Ciudad de México desde el martes pasado, dos días después de que fuera obligado a renunciar a la Presidencia por presión directa de las FFAA, luego de que organizaciones opositoras soslayaran su predisposición a convocar a nuevas elecciones y la Policía se autoacuartelara.
La crisis se originó en las elecciones del 20 de octubre, en las que Morales se ganó por diez puntos de diferencia, pero la oposición no quiso reconocer ese resultado y comenzó una campaña de marchas, quema de viviendas de funcionarios gubernamentales, legisladores y sus familiares.
La autoridad electoral proclamó el triunfo de Morales en primera vuelta, pero la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) argumentó irregularidades en el escrutinio, que luego se conoció que en modo alguno podrían haber torcido el resultado en las urnas, pese a lo cual Morales propuso repetir los comicios, que era lo que pedía la oposición. Morales tenía mandato hasta el 22 de enero próximo.
