El odio, las proscripciones, las mentiras de Jaime Durán Barba difundidas por medios y redes, las causas judiciales armadas sin pruebas, y la demonización de Rafael Correa y Andrés Arauz hasta convertir el anticorreísmo en una fuerza arrasadora e invencible, pudieron más.
Todo ese complejo entramado (la descripción no pretende ser completa) venció, esta vez, a la voluntad popular y demostró, una vez más, cuán incompatible son la democracia y el capitalismo financiero con la manipuladora ingeniería social que lo sostiene.
El banquero multimillonario Guillermo Lasso será el próximo presidente de Ecuador. Es hombre de las grandes corporaciones, el Opus Dei y el Imperio. Un fiel servidor de los poderes económicos más concentrados y un enemigo de lo público. Además, siempre se las arregló para no dejar de lado sus negocios privados, los de sus familiares y amigos.
Impune evasor, Lasso apareció en los Panamá Papers y posee 49 empresas fantasmas en el exterior. Durante la crisis de 1999, mientras buena parte del pueblo de Ecuador sufría hambre y desocupación, Lasso multiplicó su fortuna a costa de la desgracia de las grandes mayorías: de poseer un millón de dólares pasó a acumular 31 millones.
Fundó en 2012 el Movimiento CREO, liberal, conservador y de derecha, y ya había sido candidato a presidente en las elecciones de 2013, en las que perdió ante Rafael Correa, y en las de 2017, en las que ganó Lenín Moreno.
El candidato se presentó esta vez a partir de una alianza entre CREO y el Partido Social Cristiano, y se quedó con la victoria para asumir la presidencia el 24 de mayo.
La mayoría de las encuestas lo daban perdedor. En la primera vuelta (el 7 de febrero) había salido segundo, con el 19,74 por ciento, detrás del candidato de Correa, Andrés Arauz, con el 32,70. La diferencia a favor del correísta lucía importante, pero no fue suficiente. En el tercer puesto el referente del movimiento originario Pachakutik obtuvo 19,61 por ciento, y Xavier Hervás el 15,86 por ciento. Ese 35 por ciento de votos en juego resultó decisivo.
“Gracias por darme la oportunidad de ser su presidente y poderlos servir. Hoy es un día de celebración, la democracia ha triunfado, todos ustedes han usado su derecho a elegir y han optado por un nuevo rumbo muy diferente al de los últimos 14 años en Ecuador. Desde el 24 de mayo próximo asumiremos con responsabilidad el desafío de cambiar los destinos de nuestra patria y lograr para todos el Ecuador de oportunidades que todos anhelamos”, señaló Lasso.
Por su parte, Arauz consideró que “este es un traspié electoral, pero de ninguna manera una derrota política y moral, porque nuestro proyecto es de vida”, indicó el correísta.
La derecha regional, de fiesta
“El embanderado del anticorreísmo, candidato del movimiento conservador CREO y aliado del Partido Social Cristiano, Guillermo Lasso, ganó el domingo el balotaje presidencial en Ecuador con más del 52 por ciento de los votos. Fue ascenso hasta el podio (sic) que muchos adjudican a un gurú de las campañas electorales: Jaime Durán Barba”, celebró el diario Clarín en su edición del lunes 12, con más alegría que sintaxis.
Otro discípulo de Durán Barba y referente de la derecha regional, el ex presidente argentino Mauricio Macri, saludó el triunfo de su hermano en evasiones y offshore. “Acabo de hablar con Guillermo Lasso para felicitarlo por su triunfo, que es muy importante para Ecuador y para la región”, escribió Macri desde su cuenta de Twitter, según reproduce Clarín, que describe a Lasso como un “ex banquero”.
El presidente de Colombia, Iván Duque, y su mentor y ex mandatario Álvaro Uribe, no quisieron quedarse fuera. Son dos de los principales operadores de la derecha regional, cultores de la guerra judicial, las mentiras de los medios hegemónicos y el manejo espurio de parte de la Justicia, los servicios y las fuerzas de seguridad.
“Felicitamos a @LassoGuillermo por su elección como presidente de #Ecuador. Hace unos minutos dialogamos y hablamos de trabajar juntos por la región. Continuaremos fortaleciendo nuestras relaciones comerciales, de seguridad e integración andina para beneficio de nuestros países”, escribió Duque.
Por su parte, el ex presidente Uribe señaló: “Felicitaciones presidente Lasso, Ecuador ejemplar en la defensa de la democracia”.
Hace falta más unidad para derrotar las trampas de la derecha
La dispersión del voto, la división dentro de los movimientos sociales, políticos y de pueblos originarios dieron como resultado que los 12 puntos de ventaja de la primera ronda se convirtieran en derrota. En la segunda vuelta el multimillonario obtuvo el 52,48 por ciento, frente al 47,60 de Arauz.
Una vez más quedó demostrado que se necesitan alianzas muy amplias, generosas y abarcativas para derrotar a la derecha regional, que maneja los recursos económicos y simbólicos necesarios para realizar “ingeniería social”, más conocida como manipulación.
Coca-Cola, bancos y paraísos fiscales
En 1984, Lasso se desempeñó como vicepresidente de la filial de Coca-Cola. En 2017 un informe de la Superintendencia de Bancos de Panamá, al que tuvo acceso el diario argentino Página 12, reveló que Lasso está asociado a 49 empresas offshore en paraísos fiscales y que entre 1999 y 2000 aumentó su riqueza en 30 millones de dólares.
La nota de Página 12, firmada por Cynthia García, se publicó el 15 de marzo de 2017 y se titula “Lasso, el magnate de las offshore”. La investigación da cuenta de que el banquero dueño del Banco de Guayaquil intentó emprolijar su patrimonio antes de las elecciones. Pero aclara que “dejó huellas en los paraísos fiscales de Panamá, Caimán y Delaware con 49 empresas offshore con nombres de fantasía que ocultan su identidad y la de familiares”.
“Quienes conocen a este hombre que maneja o controla alrededor de cuatro mil millones de dólares, el equivalente a 4 puntos del PBI ecuatoriano según datos del balance del Banco de Guayaquil; saben que constituyó un entramado de fuga de divisas para él y para parte del empresariado local; que tiene a su nombre o a nombre de sus allegados decenas de empresas offshore en paraísos fiscales como Panamá o Delaware; que se enriqueció y benefició con la crisis del feriado bancario que obligó a emigrar del país a dos millones de ecuatorianos. Quienes conocen su verdadera historia, jamás dirían que Lasso está cerca de los dolores y esperanzas del pueblo de Ecuador”, afirmó García.
Entre 1994 y 2012 fue presidente ejecutivo del Banco Guayaquil, y es todavía hoy uno de los principales accionistas.
En 2003, durante la presidencia de Lucio Gutiérrez, se desempeñó como Embajador Itinerante de Ecuador, encargado de hacer tratados comerciales y alianzas económicas con diferentes países, siempre con el norte puesto en EEUU, ante quien demostró una sumisión sin fisuras. Es de esperar que como presidente siga siendo coherente con su postura a favor de los millonarios y en detrimento de lo colectivo. Se terminó la pesadilla Moreno, pero comienza otra.
Fuente: El Eslabón
