Yo no sé, no. Pedro se acuerda de aquel día que a él y a Tiguín les propusieron atender una verdulería, un día cada uno. Con 11 años, ese sería su primer trabajo. Corría el año 67 y hubo una guerra que duró 6 días. Los Beatles daban a conocer al sargento Pepper, Gabriel García Márquez daba a luz sus Cien años de Soledad, los Gatos a su Balsa y un tal Turco entraba a la cancha en Arroyito e impedía que a Central, San Martín de Mendoza le hiciera el tercer gol. Ese día a Pedro, por suerte, no le tocaba atender la verdulería pues unos de los dueños del negocio era mendocino y seguro lo iba a gastar. Pedro estaba agrandado porque Central llevaba 5 partidos ganando al hilo. Una tarde, teníamos que enfrentar a los del fondo, que eran rapiditos, y no nos quedó otra forma que trabajar el partido poblando el medio campo.

También era el momento, para Pedro, de apurar el trabajo que venía haciendo para que esa piba que le quitaba el sueño le diera bolilla. Entonces pensó que si hacía un agujero en el alambrado de la fábrica Acindar, como hizo el Turco en el Gigante para impedir un gol, y se le aparecía como abriendo la montaña de chatarra, sería un golazo. 

El barrio se poblaba de compatriotas desempleados ya que Ovidio Lagos al sur se extendía con pequeñas fábricas en las que se encontraba el trabajo que en el campo ya no había.

Pasaron unos años y a Pedro lo convocó una pelea, ya no por el trabajo sino por mejores salarios, mejor reparto de la torta, Justicia Social. Y aunque él no era un trabajador, desde su militancia estudiantil, como tantos compañeros, acompañó la lucha de los gremios más combativos. 

Este 1º de mayo nos encuentra, a algunos peleando por el primer trabajo, a otros por recuperarlo y a todes por un salario que nos permita comer, estudiar, vacacionar y, de vez en cuando, darle a la redonda como otrora. Ojalá, me dice Pedro, que este 1º y los que vengan, pongamos en las demandas que merecemos tomarnos el trabajo de seguir soñando en logros personales, como por ejemplo que la persona que nos quita el sueño nos dé bolilla, ponele. Pero fundamentalmente en lograr aquellos sueños colectivos, de tener una Patria justa, libre y soberana.

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