La película ganadora del Oscar Doce años de esclavitud ofrece una mirada emotiva y algo simplificada de aquel flagelo durante el siglo XIX. Pero la esclavitud no es cosa del pasado. Según un reciente informe de la Fundación Walk Free existen actualmente más de 29 millones de personas en esa situación en todo el mundo. Y las beneficiarias del horror son grandes empresas que producen mercancías que consumimos todos, sin siquiera imaginar tan vil trasfondo, prolijamente encubierto por los medios hegemónicos.