Como en los 90, el gobernador Maximiliano Pullaro obtuvo la semana pasada la emergencia previsional. Ya antes descontaba días de paro, restableció el presentismo y licuó el valor del salario.

Sobre el final de la campaña provincial, Pullaro dejó la paloma por el halcón y se acerca al león. Perotti se centra en su lista y, con inusitada demora, abre la billetera (Santa Fe). No se olviden de Granata.

El bloque de diputados santafesinos del PJ solicitará una “cuestión de privilegio” para tratar la “remoción” de Amalia Granata de la Cámara baja, por sus expresiones “antidemocráticas” tras el ataque sufrido por la vicepresidenta.

La mediática diputada electa hizo lobby contra la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y, tras la reunión, publicó en su cuenta de Twitter: “No son tiempos para vacilar. La vida se juega en el Senado y en Diputados”.

La candidata del partido Unite quedó en el tercer lugar de la diputación siguiendo a Miguel Lifschitz, del Frente Progresista, y Leandro Busatto, del peronismo de Juntos: «No gané yo, ganó la vida», sintetizó la antiabortista.

Lifschitz resultó el más votado para la Cámara baja santafesina. Busatto ganó la interna del PJ. Pero la novedad fue Amalia Granata: más de 146 mil sufragios. Chumpitaz de Cambiemos, el único que salvó algo de la debacle macrista.