Empleados del portal de noticias nucleados en el Sipreba rechazaron a las presiones patronales para que se abandone la modalidad de teletrabajo, recomendada en el marco de la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno.
Nunca como en la última semana –desde hace cuatro años– fue tan notoria la intrascendencia de Mauricio Macri en la escena política nacional. Alberto Fernández en México y Lula liberado en Brasil lo eclipsaron en forma impiadosa.
La sorpresa y la potencia son los denominadores comunes de la revelación de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner. Los medios hegemónicos ya dieron el primer zarpazo y Macri, si se asusta, puede ser un peligro.
Un director regional de la DEA –sobrino del escribano general de Gobierno – le pidió medio millón de dólares a un empresario para que no lo detengan, alegando que el fiscal Carlos Stornelli, con quien colabora, lo hace siempre.
La web de noticias mezcla en un informe el comercio ilegal de drogas y de armas en el extremo NEA con el conflicto de Medio Oriente, reflotando la tesis del “foco terrorista”, que les viene como anillo al dedo a Macri y Bosonaro.
Cristina Fernández de Kirchner concedió un reportaje a Infobae y habló de todo, no rehuyó dar respuesta alguna. Sin embargo, algo quedó suspendido en el aire: la entrevista, ese género apasionante, está tan devaluada como el peso.
