Otro golpe contra Lula
Más cerca de la proscripción. El Supremo Tribunal Federal rechazó un hábeas corpus para frenar la detención del líder, que ahora quedó en una situación más delicada. Pero todavía quedan instancias de apelación.
Más cerca de la proscripción. El Supremo Tribunal Federal rechazó un hábeas corpus para frenar la detención del líder, que ahora quedó en una situación más delicada. Pero todavía quedan instancias de apelación.
La tendencia se consolida. La intención de voto a favor de Lula no declina, pese a toda la artillería judicial y mediática que los poderes fácticos descargan sobre él. Por eso la derecha se juega todo a la vía judicial.
El neoliberalismo y la democracia son incompatibles. Los poderes fácticos brasileños no: van por todo, sin máscaras y con violencia. La Justicia y los medios hegemónicos ahora hacen el trabajo de los militares genocidas.
Las sensaciones son encontradas, contradictorias como la realidad, para quienes venimos relacionándonos con el movimiento popular brasileño desde hace un tiempo y tuvimos la suerte de participar de estos días de movilización.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva habló en la sede del gremio metalúrgico de San Pablo ante miles de seguidores luego del fallo que ratificó y amplió su condena a 12 años y un mes por corrupción pasiva. “
Lula inició una nueva caravana proselitista. Las encuestas lo dan ganador en las elecciones presidenciales de octubre de 2018. Tiene más intención de voto que todos sus rivales sumados.
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas, iniciará este jueves una caravana por la región nordeste, la más pobre del país, para revalidar el respaldo de las mayorías más vulnerables de Brasil.
Cierran fábricas, la inflación súper llega al 28% y se reprime a trabajadores despedidos como en Pepsico. Mientras, la política sucumbe ante el poder judicial-mediático-económico, que blinda a Macri y persigue a Cristina.
En uno de los fallos más vergonzosos que se recuerden, el más importante presidente de la historia brasileña, que puso de pie durante una década a la potencia sureña, fue condenado a nueve años y seis meses de prisión.