El ilegítimo presidente de Brasil modificó la legislación para beneficiar a patrones que ejercen las formas más brutales de explotación. Lo hizo a pedido del Frente Parlamentario Rural, la bancada de terratenientes en el Congreso.
El gobierno de Michel Temer anunció que pretende privatizar la Casa de Moneda y el aeropuerto de cabotaje de Congonhas, en San Pablo, en el contexto de un paquete de 57 proyectos de enajenación de bienes estatales.
Ante la intención del gobierno nacional de avanzar en una reforma laboral, siguiendo los pasos de la Brasil de Temer, el cegetista Juan Carlos Schmid aseguró que se trata de “un embate en toda la región”.
El pueblo pide su renuncia en las calles. La justicia lo acusó formalmente de corrupción. Tiene el 7 por ciento de apoyo y el 69 por ciento de rechazo. El 83 por ciento quiere elecciones directas. Lula lidera las encuestas.
Cada vez son más evidentes los resquebrajamientos dentro del bloque dominante. La retrógrada flexibilización laboral (con jornadas de 12 horas y eliminación de negociaciones colectivas) se trabó por un senador aliado de Temer.
El Tribunal Supremo Electoral, que podía destituirlo por financiación ilegal de la campaña de 2014, lo comparó con Cristo y rechazó pruebas. En otra causa, el ilegítimo mandatario pidió más tiempo para responder sobre corrupción.
El presidente de Brasil Michel Temer decretó la intervención de las Fuerzas Armadas para «garantizar la ley y el orden» en Brasilia y reprimir las protestas de miles de manifestantes que reclaman su renuncia.
Mientras proliferan las marchas pidiendo su renuncia, el presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó que de hacerlo admitiría los cargos de corrupción que se le imputan. También cuestionó a su ex mentora, la red Globo.
El juez de la Corte Suprema de Brasil Edson Fachin suspendió al senador Aécio Neves y al diputado Rodrigo Rocha Loures, ex asesor del presidente Michel Temer, filmados mientras pedían sobornos al dueño del frigorífico JBS.
El presidente de Brasil Michel Temer fue grabado dando su aval para comprar el silencio del detenido ex diputado Eduardo Cunha -su aliado- y considerado el cerebro del juicio político que destituyó a Dilma Rousseff.
