El sociólogo Julián Scher rescató las historias de 11 desaparecidos que compartían la pasión por Racing, y las envasó en un libro que acaba de ver la luz.

A mí siempre me pareció que el fútbol, a diferencia del cine, el teatro, la literatura y otras actividades que tienen mucha llegada a la sociedad, había contribuido relativamente poco a la construcción de Memoria, Verdad y Justicia”, señala de entrada el autor de Los desaparecidos de Racing. Y agrega: “Se me ocurrió entonces buscarle una vuelta para usar al fútbol como excusa y poder arrimar a más gente a indagar sobre el genocidio que sufrió la Argentina entre la década del 70 y principios de los 80”.

Por una cuestión etaria –está por cumplir 30 años–, a Julián no le tocó vivir en carne propia el horror que azotó al país entre 1976 y 1983, y tampoco tiene, tal como se encarga de remarcar, “algún familiar o conocido que haya sido secuestrado circunstancialmente o desaparecido”. Pero asegura que en su casa, “la pelea por los derechos humanos, por la Memoria, la Verdad y la Justicia, fue una cosa tan innegociable como ser hincha de Racing”, y confiesa: “Seguramente que de ese cruce, entre esos dos ejes centrales, debe haber venido el impulso por realizar esta investigación que derivó en el libro”.

Esos 11 muchachos

Desde la sociología, pero con una impronta muy futbolera, este fanático de Racing salió a buscar historias de vida, unidas por esos dos colores y un mismo destino trágico, pero historias de vida al fin. “No fue sencillo, porque lógicamente no hay listados clasificados según de qué equipo eran los desaparecidos, así que tuve que apelar a la revisión de testimonios de familiares y amigos, a indagar, a tener mucha paciencia”, admite Scher, y rememora: “Cuando comencé con esto conocía solamente las historias de Roberto Santoro, un fenomenal poeta, y de Alejandro Almeida, el hijo de Taty (integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea fundadora). Pero quería llegar a 11, que es un número emblemático en el fútbol, porque es la cantidad de jugadores que se necesitan para salir a la cancha, y empezó como una verdadera odisea. Pero se fue corriendo la bola, mientras avanzaba la investigación, y llegué a tener 20 nombres”.

Luego de una puntillosa selección, Julián se metió de lleno en las historias de Diego Beigbeder, Jorge Caffatti, Álvaro Cárdenas, Jacobo Chester, Dante Guede, Gustavo Juárez, Carlos Krug, Osvaldo Maciel y Miguel Scarpato, además de los mencionados anteriormente Santoro y Almeida. “Son 11 biografías atravesadas por dos ejes: la pasión por el fútbol, canalizada a través de Racing; y la pasión por la política, el compromiso social y la militancia que los llevó incluso a dejar la vida”, detalla el escritor que también incursiona en el periodismo, y añade: “Esas historias fueron construidas a través de testimonios de gente que conoció a esos compañeros en distintos momentos y facetas de su vida. Si bien es un libro muy vinculado con Racing, Racing no deja de ser una excusa y podrían haber sido hinchas de Boca, River, Independiente, Central o Newell’s. Es más, estoy convencido que irán apareciendo trabajos mucho mejores que éste para rescatar la memoria de los hinchas o socios de distintos clubes que engrosaron la lista de los 30 mil desaparecidos”.

La alegría no se mancha

Para Julián, que se define como “un 5 más preocupado por la distribución que por la marca” y “que está alejado de las canchas y las extraña”, el fútbol es una herramienta fantástica para llegar a las masas. “Tiene una capacidad de cautivar que no sé si hay otra cosa que lo equipare en ese sentido, sobre todo en la Argentina. Y además me parece una vía ideal para intentar humanizar las historias del país de aquella época”, dice, aludiendo al golpe cívico militar y eclesiástico, y argumenta: “Va pasando el tiempo, ya son más de 4 décadas y hay muchos jóvenes a los que les va costando representar qué es lo que ocurrió, por una cuestión de distancia temporal. Y aunque hay factores culturales, económico y políticos que han mutado y mucho, la pasión del fútbol sigue siendo muy parecida a la de aquel entonces. Esa es una clave interesante para pensar que cada uno de los 30 mil desaparecidos soñaba con transformar la realidad y con hacer un mundo mejor, pero también con gritar un gol de su equipo el domingo, comer un asado con los amigos o armarse un hueco para salir con sus hijos y con el amor de su vida. Eso es lo que intenté rescatar con esta investigación”.

En esa búsqueda, Scher se encontró con historias de todo tipo. “Hay locuras futboleras que podríamos protagonizar cualquiera de nosotros”, comenta. Y abunda: “Por ejemplo, enterarme que Roberto Santoro, un poeta sensacional y un militante que soportó cosas tremendas y que se comprometió hasta límites insospechados, se haya escapado de su luna de miel para ir a ver a Racing con sus amigos porque en ese campeonato Racing empezaba a hacer las cosas bastante bien. O el hijo de Taty Almeida, desaparecido incluso antes del inicio del Golpe, que llevó una vez una gallina viva a la cancha para tirarsela en forma de cargada a los hinchas de River. Historias graciosas, y si se quiere extrañas, pero que pintan de cuerpo entero a estos compañeros”.

Antes de despedirse, el autor del libro recientemente publicado por el Grupo Editorial Sur, remarca: “La idea desde un principio fue encarar el trabajo para complementar un poco los maravillosos laburos que hay sobre lo que sucedió a posterior de las desapariciones: la búsqueda de los compañeros, en un primer momento; la de los cuerpos, después; los juicios. Éstas, en cambio, son biografías que van desde el nacimiento hasta la desaparición, porque más allá del final tremendo, muy triste y doloroso, están construidas desde la alegría por la vida, que me parece un poco a nivel filosófico es el mensaje que transmitían esos compañeros. La pasión por Racing, por la política y la militancia, pero también por vivir, por construir felicidades con los otros”.

Lunas de Avellaneda

Como nos pasa a casi todos”, dice Julián Scher al ser consultado sobre su pasión por los celestes y blancos de la Academia, y detalla: “Uno no tiene ni la posibilidad de elegir. Vienen un día y te ponen un apellido y una identidad futbolera. En mi caso fue muy, muy estimulada por mi papá (el periodista y escritor Ariel Scher). Racing para mí es una identidad afectiva muy importante, es la cita con mi viejo y con mi hermano que no necesitamos organizar, en todo caso nos avisamos cuando uno por algún motivo no puede ir. Y pertenecer a una identidad colectiva, en una sociedad que estimula demasiado los destinos individuales, para mí es algo muy placentero”.

PERLA
Los desaparecidos de Racing se puede encargar a través de www.grupoeditorialsur.com.ar o en las redes sociales: @desaparecidosra (Twitter); Los desaparecidos de Racing (Facebook) y @losdesaparecidosderacing (Instagram).

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