Las y los docentes se movilizan desde cada escuela de Rosario hacia la sede de Gobernación para pedir que terminen las balaceras hacia los edificios escolares. La convocatoria la hace la delegación local de Amsafé, para las 11, a la que se suman otros sindicatos. El secretario gremial de Amsafé provincial, Paulo Juncos, pidió una “respuesta integral del Estado” ante la violencia.
Este fin de semana otras dos escuelas de la ciudad fueron baleadas en sus frentes. Una es la Escuela N°84 José Marmol de barrio Ludueña, la otra el Complejo Rosita Ziperovich, de Empalme Graneros. A esta última concurría Maxi Jeréz, el niño que en marzo pasado fue asesinado al ser alcanzado por una balacera.
Por la gravedad de la situación de violencia creciente, Amsafé Rosario convocó para este martes a las 11 a concentrarse en la Plaza San Martín (Santa Fe y Dorrego) ante la sede de Gobernación. Será para pedir una vez más: “Basta de violencia, basta de balaceras a las escuelas”. Entre las 10.30 y las 14.30, hay desobligación de dar clases.
El secretario gremial de Amsafé provincial, Paulo Juncos, -en diálogo con Redacción Rosario– manifestó “la tremenda preocupación por la seguidilla de hechos de violencias que viene atravesando a un montón de escuelas de Rosario”, y ante la que “el Estado no está pudiendo garantizar” la seguridad de la docencia en muchas comunidades.
Juncos analizó que “la mayoría de estas acciones violentas no son contra las escuelas, sino que las escuelas son usadas como medios de estas mafias para mandar mensajes” a otras bandas. Lo cual muestra además que en “muchas comunidades la escuela es la única cara visible o la única institución importante del Estado”, y por eso son usadas por las mafias.
La movilización de este martes -expresó Juncos- le reclama al Estado “que tenga capacidad de reacción ante lo que está pasando”. “No hay una política fuerte integral de presencia del Estado en estas comunidades. Y no alcanza con poner un policía en la puerta de la escuela un par de horas. Tiene que haber mucha más presencia del Estado para poder resolver esto. Con las respuestas que han esbozado no alcanza para nada”.
Pidió además “no naturalizar” los hechos. No se puede esperar a que “un día, una de las balas que tiran contra las escuelas termine matando adentro a un trabajador de la educación, a un alumno, a un asistente escolar”.
El educador remarcó también la preocupación y dolor que atraviesan a las escuelas de la ciudad con la seguidilla de jóvenes asesinados, en el marco de las disputas territoriales. “Son nuestros alumnos. Nos está atravesando la muerte, la violencia y es muy difícil para la escuela pública en su conjunto cargar con todo esto”, expresó.
“El docente tiene que ser alguien que contagie esperanza, porque la educación es eso: poder construir un mañana, tener una perspectiva de futuro. Y eso se hace muy difícil cuando la realidad está atravesada por la pobreza, el narcotráfico y por la muertes”, continuó Juncos.
El dirigente del magisterio analizó que “la situación se les ha ido de las manos” a las autoridades, y advirtió sobre la complejidad de lo que se vive, que “no es de ahora, sino de muchos años, es la acumulación de una red que ha ganado terreno”. “Por eso -agregó- debe haber una respuesta integral del Estado”.
La concentración docente de esta mañana será -dijo Juncos- para “exigir que el Estado proteja a estas comunidades educativas, a los docentes, a las niñas, a los niños”. Además para que “haya una mayor presencia y respuesta más rápida y efectiva de parte de los Estados nacional y provincial, para que se pueda garantizar vivir en paz y educación pública en esas comunidades”.
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