El fiscal Adolfo Villate habló del juez Bailaque –que primero rechazó y luego otorgó la domiciliaria al represor Amelong– y de la megacausa Guerrieri IV que se lleva adelante en los tribunales federales rosarinos.

El martes 4, en el frente de la Cámara Federal, de calle Entre Ríos al 400, organismos de derechos humanos se manifestaron para repudiar la decisión del juez Marcelo Bailaque de otorgarle el beneficio de prisión domiciliaria al represor condenado por delitos de lesa humanidad Juan Daniel Amelong. Adolfo Villate, fiscal general de la Unidad de Asistencia a las Causas por Violaciones a los Derechos Humanos, explicó que “se realizó una presentación ante la Cámara Federal de Apelaciones para solicitar que se confirmara lo que había sido un rechazo de la domiciliaria de Amelong”, y abundó: “En el medio de eso hubo una decisión en otro tramo del proceso, que es en el legajo en el que se está controlando la pena que se le impuso a Amelong. En el marco de ese legajo, otra sala de la Cámara dispuso concederle la domiciliaria. Lo que pasó es que Bailaque, sin escuchar a las partes y habiéndose ya tramitado en el marco del proceso que él tiene a su cargo otro pedido de domiciliaria que ya había sido rechazado, tomó esta decisión que era válida en otro tramo y la aplicó en lo que es la etapa de instrucción”. Tras admitir que “fue todo medio sorpresivo” porque “no esperábamos encontrarnos con esta situación, ya que íbamos a defender la decisión del propio juez que lo había dejado a Amelong en la cárcel común, y ahora tenemos que discutir la decisión del propio Bailaque que borró con el codo lo que escribió”, Villate fustigó: “Es muy complejo, muy enredado, porque hay muchos trámites simultáneos que se tramitan ante distintas salas de la misma cámara y que han resuelto cosas contrarias”. Pero se mostró optimista: “Estamos en estos momentos con un caso bastante parecido, en relación a otro imputado de apellido Squiro, y hemos logrado que el Tribunal Oral Nº 1 disponga no obstante que el mencionado continúe en un centro de detención”.

Guerrieri IV

Respecto de la megacausa que desde principios de agosto se desarrolla en los tribunales federales de bulevar Oroño, Adolfo celebró: “Vamos avanzando rápido, por suerte. Tenemos 62 casos nuevos, lo cual también es muy interesante porque no es que se están reiterando casos en los que los imputados no fueron sometidos a procesos con anterioridad, sino que son casos nuevos. Y casos que tienen sus particularidades porque algunos de ellos habían quedado sin recibir ninguna respuesta de parte del Estado, no se los había atendido. Nosotros lo que hicimos, y lo que queremos hacer también con la otra megacausa –Feced– es tratar de reunir todas aquellas víctimas que, si bien fueron nombradas por compañeros de militancia porque los vieron en centros clandestinos de detención o porque es conocido que fueron asesinados o desaparecieron, hasta ahora nunca tuvieron una respuesta jurisdiccional, de la Justicia, acerca de quiénes pueden ser declarados responsables por los hechos que los tuvieron como víctimas”.

Ante la consulta de cómo sobrelleva el hecho de presenciar testimonios tan conmovedores audiencia tras audiencia, el fiscal confiesa: “La verdad que es muy duro, muy duro, porque uno está poniendo el oído y la escucha en relación a hechos aberrantes que son relatados por las propias víctimas, que son las que padecieron y sufrieron todo lo que ya conocemos. Uno no deja de sentirse atravesado por todo eso y es complicado porque en el momento estás escuchando los relatos y el protagonista es quien te lo está relatando, es la víctima, entonces este lugar es muy preciado y un lugar en el que uno tiene que proteger. Muchas veces la angustia que uno siente por lo que le están relatando y por escuchar cosas tan horribles, la va postergando, va postergando el poder darle cauce a esa angustia y como que en algún momento también necesitas largarla. En mi caso, por ejemplo, es motivo de terapia”.

Por último, Villate explica porqué decidió tomar el rumbo que tomó su carrera, el camino de la defensa de los derechos humanos y causas tan sentidas para las y los argentinos como lo son las que investigan los delitos cometidos durante la última dictadura cívico militar y eclesiástica. “Te soy sincero, en realidad me llegó en un momento un ofrecimiento para hacerme cargo de la Unidad de Lesa, más allá de que siempre me interesó la temática y que es un orgullo enorme estar en este lugar”, confiesa, y argumenta: “Es un espacio dentro del mundo jurídico y de la Justicia en el que uno tiene la oportunidad de reivindicar muchas cosas que trascienden lo que es meramente circunstancial y de la coyuntura. De algún modo uno está, mediante su trabajo, apuntalando todo lo que tiene que ver con la vigencia del Estado de derecho y todo lo relativo a la vigencia de un orden democrático, constitucional y republicano. Es como que uno encuentra en este tipo de causas la posibilidad de ir mucho más allá de lo que son los tipos de causas que normalmente nos tocan. De alguna manera es sentirse parte de este proceso de reconstrucción tan necesario”. 

Las audiencias de Guerrieri IV se reanudarán el lunes 17 de octubre, ya que el pasado 10 fue feriado.

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