Tiempos modernos
La reforma laboral que procuran los hermanos Milei retrotrae las relaciones entre capital y trabajo al período que refleja la película protagonizada por Charles Chaplin.
La reforma laboral que procuran los hermanos Milei retrotrae las relaciones entre capital y trabajo al período que refleja la película protagonizada por Charles Chaplin.
La masiva y federal marcha en defensa de la universidad pública hizo pisar el freno por primera vez a los hermanos Milei. Cuando el ajuste y la diatriba toca una entraña simbólica. Se vienen el Día del Trabajador y el paro general
Gremios de la CGT y la CTA y organizaciones sociales de Rosario resisten “las políticas de hambre” de Milei con la Intersindical. Acto conjunto, marcha por las Universidades y el paro del 9.
Abuelas e Hijos Rosario denunciaron amenazas a una abogada querellante en causas de lesa humanidad. Señalan un “clima” en los discursos oficiales que “fogonea la avanzada de violencia que estamos viviendo”.
Con la complicidad de los medios mainstream que discuten sobre caniles, las organizaciones sindicales –con eje en las estatales– dan forma a la resistencia al ajuste inhumano de los hermanos Milei.
El gobierno nacional busca convertir a los militares en polis antinarcóticos, mientras el provincial es denunciado por reeditar métodos de la dictadura. Viejas recetas para nuevas amenazas. El temor y sus concesiones.
Sin pasar por el Congreso y sin intervención de la Cancillería, un área menor del Gobierno le abrió el río Paraná al Ejército estadounidense. Claudicación de la soberanía y afectación de la defensa nacional.
Milei actualizó la política del imperio romano de pan y circo con un ajuste real y actos simbólicos para retribuir a sus seguidores. Ataques a la perspectiva de género, el Inadi y los derechos humanos para paliar el saqueo.
La caída de la ley ómnibus y su repercusión en Unidos, donde hay leales y traidores. El caso Chumpitaz, entre partidario y amigo. De los trolls anti Pullaro al recorte de subsidios al transporte. Con el campo, no.
Cuando Suar se quejó por el cierre del Incaa, el Gobierno encontró en un fondo para medios cooperativos y sin fines de lucro el dinero para acallar las críticas. Adiós a la pluralidad de voces.