La iniciativa de un grupo de senadores justicialistas, encabezado por Raúl Gramajo, y apoyada por Miguel Lifschitz, gobernador electo y único socialista en la Cámara alta, de promover una reforma previsional, fue rechazada de plano por los gremios estatales. "Hablan del sistema como un todo, que incluye tanto al personal civil del Estado como al policial, cuando estos últimos tienen una situación diferente", aclararon los trabajadores.