Tras hacer escala en Asunción para cargar combustible, la aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana que traslada al derrocado presidente de Bolivia, Evo Morales, despegó este martes rumbo a México, donde lo espera el asilo político.
Con una masiva movilización que atravesó el centro rosarino y unió las plazas San Martín y 25 de mayo, residentes de Bolivia y organizaciones de derechos humanos, sociales y gremiales repudiaron el golpe contra Evo Morales.
El Gobierno de México otorgó este lunes asilo político a Evo Morales, tras el golpe de Estado cívico, militar y policial que lo obligó a renunciar a la Presidencia. El canciller mexicano Marcelo Ebrard reveló que fue aceptado.
El gobierno norteamericano, a través de un comunicado, expresó: “Después de casi 14 años y de su reciente intento de anular la constitución boliviana y la voluntad del pueblo, la salida de Morales preserva la democracia”.
La Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina cuestionó la ocupación de medios públicos en el país vecino y a las corporaciones mediáticas argentinas por negar la existencia del golpe.
La brutal confesión del embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez García, blanquea la verdadera posición del Gobierno argentino. En tanto, Macri apenas balbuceó: “Todos estamos preocupados” por Bolivia.
En las redes sociales circularon videos que prueban la irrupción violenta de los grupos opositores a la residencia del mandatario derrocado y también de parte de su equipo político, como la ministra de Salud Gabriela Montaño.
¿Qué ha ocurrido? Es difícil de precisar, más allá de la ostensible responsabilidad de las fuerzas oligárquicas y pro imperialistas.
El Justicialismo nacional definió lo ocurrido en Bolivia como un “golpe cívico, político y policial”. El PJ Santa Fe denunció una “violenta emboscada contra la democracia y la paz”. Más repudios de dirigentes peronistas.
El mandatario electo de la provincia de Santa Fe expresó su rechazo a la interrupción del orden constitucional en el país vecino en donde Evo Morales fue obligado a renunciar. El gobernador también condenó el hecho.
