“Falta uno en ese mapa de la impunidad”, decía el mensaje en la bandeja de entrada recibido en febrero de este año. El correo venía acompañado de un enlace al artículo del diario Clarín titulado: “Conceden la prisión domiciliaria para el represor acusado por la desaparición de Oesterheld”, publicado el 2 noviembre de 2017. Una rápida búsqueda en internet confirmó el dato. Efectivamente, otro genocida de la dictadura había recibido el beneficio de la prisión domiciliaria y la lista que había publicado este semanario estaba incompleta. Se trata del jefe de inteligencia Manuel Cunha Ferré acusado, entre otros delitos de lesa humanidad, por el secuestro, los tormentos y la desaparición de Héctor Germán Oesterheld, el célebre guionista de historietas argentino, autor de El Eternauta, entre otras obras –ver nota aparte La aventura (íntima y colectiva)–. Desde ese entonces, El Eslabón inició una búsqueda primero para confirmar su dirección y luego para conseguir su foto, tarea que finalmente concretó esta semana.

Menos Elsa, la esposa de Oesterheld (que falleció a los 91 años en 2017), todos los presentes en esta foto familiar fueron desaparecidos por la dictadura. | Imagen de portada del libro Los Oesterheld.

Piedra libre al represor

El oficial de Inteligencia del Ejército Manuel Antonio Luis Cunha Ferré está siendo juzgado desde el 13 de noviembre de 2017, junto a otros cinco represores –tres militares y dos policías–, por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de torturas de personas que estuvieron cautivas en el centro clandestino de detención y tormentos llamado “Sheraton”, que funcionó en la Subcomisaría de Villa Insuperable, partido de La Matanza. Entre las víctimas de la causa se encuentra Oesterheld y el sociólogo y escritor Roberto Eugenio Carri. Ambos intelectuales se habían integrado en los años 70 al movimiento peronista Montoneros.

A principios de noviembre de 2017, unos diez días antes de que comience el juicio oral y público en su contra, Cunha Ferré obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria y se fue a su casa, que este semanario logró ubicar en la calle San Lorenzo 1847 de Rosario.

El proceso por los crímenes de lesa humanidad perpetrados en el “Sheraton”, es un desprendimiento de la megacausa “Primer Cuerpo de Ejército”, en la cual se investigan múltiples violaciones a los derechos humanos cometidos durante el terrorismo de Estado.

El magistrado interviniente, Daniel Rafecas, consideró el 16 de junio de 2015 que se daba por clausurada la etapa de instrucción y dispuso la elevación a juicio oral y público del expediente, caratulado “Cunha Ferré, Manuel Antonio Luis y otros s/privación ilegal de la libertad agravada (art. 142, inc. 1°)”.

Manuel Antonio Luis Cunha Ferré.

En su resolución, confirmada por Cámara Federal, el juez Rafecas tuvo “acreditada la existencia de mérito para enjuiciar al general de Brigada Héctor Humberto Gamen; a los coroneles del Ejército Rodolfo Enrique Godoy, Manuel Antonio Luis Cunha Ferre, Roberto Obdulio Godoy y a los Comisarios de Policía de la provincia, Leopoldo Luis Baume y Juan Alfredo Battafarano”.

El ex Coronel del Ejército Juan Manuel Costa, también había sido procesado por el juez, pero falleció mientras la Cámara Federal revisaba el procesamiento dictado en su respecto.

Ilustración: Solano López/Facundo Vitiello.

Además, el juez tuvo por acreditado que el centro de detención y tortura Sheraton funcionó en la Subcomisaría de Villa Insuperable, entre octubre de 1976 y octubre de 1978, bajo el mando del Grupo de Artillería 1 de Ciudadela liderado por el ya fallecido Coronel Antonino Fichera, y por los Segundos Jefes de la unidad militar y Jefes de la Plana Mayor Juan Manuel Costa y Rodolfo Enrique Godoy, el Oficial de Inteligencia Cunha Ferré y el Oficial de Operaciones Roberto Obdulio Godoy. A la vez que atribuyó los mismos hechos a Héctor Gamen, Segundo Jefe y jefe de Plana Mayor de la Brigada Décima de Infantería.

La dependencia policial en la cual el personal militar alojaba a los detenidos se encontraba entonces a cargo del Subcomisario Baume y posteriormente, a cargo del Subcomisario Battafarano, constató el juez.

Según Rafecas, ese centro clandestino presentaba “un doble aspecto”. Por un lado los detenidos ilegales podrían haber accedido en algunas ocasiones a contactarse con sus familiares mientras estaban cautivos, con visitas a sus domicilios a los que eran llevados por personal policial o militar, o a través cartas manuscritas que enviaban mediante Jorge Sandobal, policía de la Unidad regional de Morón fallecido en el año 2002; a la vez que en algunas ocasiones se los dejaba circular en el lugar de cautiverio sin capucha ni esposas u otros medios de sujeción. Sin embargo, advierte el juez, “estas concesiones fueron compensadas por la cruel tortura y la desaparición de cada una de las personas que en su momento tuvo acceso a tales posibilidades”.

Ilustración: Solano López.

En su resolución, Rafecas sostuvo que el área de Inteligencia del Ejército tuvo un rol fundamental, no sólo en el diseño y concreción de los interrogatorios a los detenidos ilegales, sino en la determinación de objetivos. El juez también valoró el significativo aporte del S-3 u Oficial de Operaciones, grupo que se habría abocado a la planificación de operativos, surgidos de la labor de inteligencia.

Rafecas responsabilizó a los seis imputados por la privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos a unas veinte personas que fueron alojadas en el centro clandestino “Sheraton”, y obligadas a realizar tareas para el personal militar, en el Grupo de Artillería número 1 de Ciudadela, donde según relatara la desaparecida Ana María Caruso, en una carta dirigida a sus hijas Paula, Andrea y Albertina Carri, habrían asistido los generales “Vaquero, Jauregui y Martínez”; es decir, tres altos mandos del Estado Mayor del Ejército, hoy fallecidos.

Sheraton

Además del guionista, periodista, escritor y autor de El Eternauta –cuya esposa Elsa, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, falleció en 2017 a los 91 años, debiendo soportar la desaparición, además de su esposo, de sus cuatro hijas y la apropiación ilegal de dos nietos–, también estuvo en “Sheraton” el sociólogo y escritor Roberto Eugenio Carri, también desaparecido.

Ilustración: Facundo Vitiello

Tal cual señala la querella representada por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), el “Sheraton”, también conocido como “Embudo”, estaba ubicado en la esquina de Tapalqué y Quintana, de Villa Insuperable, La Matanza, provincia de Buenos Aires. El centro clandestino de detención dependía de la comisaría de Villa Madero que, a su vez, lo hacía de la Unidad Regional Morón. Las instalaciones de la subcomisaría, sin embargo, quedaron bajo el mando del Grupo de Artillería Mecanizada 1 de Ciudadela. “En otras palabras, el Ejército, con la colaboración de las fuerzas de seguridad, ocuparon el lugar para alojar a personas detenidas de forma ilegal”, explica el Cels.

Según la entidad defensora de derechos humanos que preside el periodista Horacio Verbitsky, el “Sheraton” fue nombrado así por los militares ante los “famosos” que pasaban entre los cautivos. Entre quienes estuvieron secuestrados se encontraban Mercedes Joloidovsky, Juan Carlos Guarino, Marcela Patricia Quiroga (tenía 12 años en ese momento), Juan Carlos Scarpati (que pudo escapar), Paula Elena Ogando Schuff, Julia Estela Sarmiento, Delia Bisutti y María Cristina Ferrario. También estuvieron secuestrados y permanecen desaparecidos Adela Esther Candela de Lanzillotti, Pablo Bernardo Szir, Luis Salvador Mercadal, Juan Marcelo Soler Guinard y su pareja Graciela Moreno, José Rubén Slavkin, Héctor Daniel Klosowski, Roberto Eugenio Carri y su esposa Ana María Caruso de Carri y Héctor Germán Oesterheld.

Ilustración: Facundo Vitiello

Presos en mi ciudad

La siguiente es la lista de represores de la última dictadura cívico militar que cuentan con el beneficio de la prisión domiciliaria:

Manuel Cunha Ferré. Ex oficial de inteligencia del Ejército procesado en el marco de la causa Sheraton. Vive en San Lorenzo 1847 de Rosario.

Ariel Antonio López. Ex agente civil de inteligencia (PCI). Condenado a prisión perpetua. Disfruta su prisión domiciliaria en Barrio Rucci Monoblock 60/4, 2° piso B.

Alberto Enrique Pelliza. Militar retirado (RE). Condenado a prisión perpetua. Disfruta su prisión domiciliaria en Dean Funes 1729.

Eduardo Rodolfo Tucu Costanzo. Personal Civil de Inteligencia (PCI). Condenado a prisión perpetua. Disfruta su prisión domiciliaria en Pueyrredón 2931.

Eduardo Dugour. Ex agente del Servicio de Informaciones (SI) de la Policía. Condenado a la pena de 22 años de prisión. Disfruta su prisión domiciliaria en Pasaje del Campo 4475.

José Carlos Scortechini. Ex agente del Servicio de Informaciones de la Policía. Condenado a diez años de cárcel  Disfruta su prisión domiciliaria en Saavedra 2661.

Ovidio Marcelo Olazagoitía. Ex agente del Servicio de Informaciones de la Policía. Condenado a la pena de 18 años de cárcel. Disfruta su prisión domiciliaria en avenida Francia 1173.

Ismael Ramón Verón. Ex Jefe de Operaciones del Regimiento 7 de La Plata. Procesado por secuestros y torturas contra 197 personas. Disfruta su prisión domiciliaria en Mendoza 1349 piso 6 “A”.

Alcides París Francisca. Comodoro retirado de la Fuerza Aérea. Condenado a pena de prisión perpetua. Disfruta su prisión domiciliaria en Corrientes 483, departamento “D”, piso 15 .

Héctor Melitón Martínez. Coronel retirado del Ejército procesado por privación ilegal de libertad y tormentos. Disfruta su prisión domiciliaria en Urquiza 1344, piso 8 departamento “A”.

Carlos Sfulcini. Ex Personal Civil de Inteligencia (PCI) del Batallón 121 del Ejército. Condenado por privación ilegal de la libertad. Disfruta su libertad en España 344, piso 10 departamento “A”.

Pedro Pili Rodríguez. Condenado a 8 años y seis meses de prisión. Disfruta su prisión domiciliaria en el country Solares del Carcaraña (Oliveros).

Carlos Ulpiano Altamirano. Ex policía del Servicio de Informaciones (SI). Condenado a pena de prisión perpetua. Disfruta su prisión domiciliaria en la ciudad de Roldán, en la calle San Miguel 249.

Luis Paulino Coronel. Sargento de la Policía Federal, procesado en el marco de la causa Klotzman. Disfruta su prisión domiciliaria en Paraguay 4475.

Daniel González. Ex Policía. Procesado por crímenes de lesa humanidad cometidos en el ex Servicio de Informaciones. Disfruta su prisión domiciliaria en Carranza 943, monoblock 50, piso 2 N° 1008.

Héctor Oscar Beto Gianola. Ex comisario procesado por crímenes de lesa humanidad cometidos en el Servicio de Informaciones (SI). Disfruta su prisión domiciliaria en Anchorena 350.

Dardo Migno. Ex jefe de la Compañía de Comunicaciones de Montaña N°8. Condenado a 12 años de prisión. Disfruta su prisión domiciliaria Pedriel 922 (Alberdi).

Virton Modesto Mendíaz. Ex subjefe de la Policía de la provincia de Salta. Condenado a prisión perpetua. Disfruta su prisión domiciliaria en Funes (La Taba 2363).

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