De la urna al bolsillo
Pasadas las elecciones llegó el naftazo, se vienen tarifazos y otros aumentos que tensarán la puja salarial por sus efectos inflacionarios. El macrismo pone en marcha su plan reformista, con flexibilización laboral incluida.
Pasadas las elecciones llegó el naftazo, se vienen tarifazos y otros aumentos que tensarán la puja salarial por sus efectos inflacionarios. El macrismo pone en marcha su plan reformista, con flexibilización laboral incluida.
Grandes empresarios apoyan a Macri y se entusiasman con que el gobierno profundice su plan de ajuste tras los comicios legislativos. Cambiemos devuelve favores y ya busca bajar el techo de las paritarias para 2018. Más allá del re
El histórico juicio de Entre Ríos, donde se condenó a un año y medio de prisión a tres acusados de “intoxicar” con agroquímicos a docentes y alumnos de una escuela rural, reavivó un debate complejo en torno al modelo productivo.
Santa Fe rechaza modificar su sistema jubilatorio como pretende Nación con los distritos que no transfirieron sus cajas. Provincia y gremios estatales ven intención de recortar haberes previsionales y defienden el 82% móvil.
El plan de ingresos y gastos del macrismo prevé recortes y aumenta partidas para los servicios de deuda externa. Santa Fe se queja porque no incluye el pago del rojo fiscal por coparticipación y tampoco obras importantes.
Empresarios exigen públicamente al gobierno de Macri que apure una reforma laboral a lo Brasil o “se perderán millones de empleos”. El establishment pide profundizar el ajuste que ya destruyó 33 mil empleos del sector privado.
Gobernadores tanto opositores como aliados a la Casa Rosada reclamaron en bloque un reparto más equitativo de los ingresos por coparticipación y rechazaron la pretensión bonaerense de ampliar el Fondo del Conurbano.
Las políticas económicas recesivas de Cambiemos castigaron con más fuerza a pequeñas y medianas empresas (pymes) que producen para el mercado interno, sector que padece la caída del consumo popular, los tarifazos e importaciones.
En medio de fisuras internas y un creciente malestar de las bases, sectores de la central obrera, como el moyanismo, endurecen su postura de rechazo a la política económica del gobierno y dejan picando la posibilidad de un paro.
La marcha de la CGT a Plaza de Mayo, junto a la CTA y movimientos sociales, reeditará un rechazo a las políticas de ajuste del gobierno de Macri, que buscará profundizar después de octubre con las reformas laboral y jubilatoria.