Motoqueros (capítulo 12)
Después de dormir toda la noche, o mejor dicho lo que restaba de la noche, en la habitación del nene, se levanta. Su mujer se ha ido a trabajar, llevándose al nene para dejarlo en la escuela.
Después de dormir toda la noche, o mejor dicho lo que restaba de la noche, en la habitación del nene, se levanta. Su mujer se ha ido a trabajar, llevándose al nene para dejarlo en la escuela.
Ya en la calle, que está muy oscura, busca la moto. Llega hasta donde la dejó, preparándose para partir, pero se detiene de golpe: la moto tiene las ruedas en llanta. Se acerca, intrigado, y descubre que hay un papel sobre el manu
Ahora está sentado delante de una mesa, enfrente de la mujer, que tiene el nene al lado. La mujer ceba un mate y se lo alcanza. Él chupa lentamente, tomando el agua tibia con sorbidos pequeños.
Sale del bar, preocupado. A veces se deja llevar por los impulsos, lo cual le juega malas pasadas, como en este caso.
Va de nuevo en su moto en dirección al norte. Aunque en vez de ir al trabajo, se dirige al bar donde estuvo la vez pasada. Entra sin saludar, encarando a la mesa del fondo donde se juntan sus amigos: están los mismos del otro día.
Al otro día se levanta tarde. La mujer salió temprano con los chicos, para llevarlos a la escuela. Después se fue a trabajar a alguna de las casas donde se ocupa del servicio doméstico: hasta la tarde no vuelve. Le duele un poco l
Decidido a no volver esa noche al trabajo, para no tener que pelearse con el boliviano, se va a su casa. Entra, encontrándose con el comedor, que está al abrir la puerta de calle, vacío.
Ahora va por la avenida, pero en sentido contrario al de los otros viajes. Marcha hacia el sur, que es la zona de su casa.
Ahora está de nuevo en la pizzería. No llega al mostrador cuando el dueño, un boliviano petiso de ojos achinados, le extiende una caja con la boleta encima.
¡Rrrrrmmm! ... ¡Rrrrrmmm! ... ¡Rrrrmmm! ... La mano gira el acelerador, poniendo el motor a punto. Cuando siente que ha logrado suficiente potencia, arranca. No de a poco, como se recomienda hacerlo, sino de golpe.