El presidente electo definió a la senadora boliviana Jeanine Áñez como “presidenta de facto” y exigió que vuelva la democracia al país vecino y sin proscripciones. Además criticó el rol de la OEA en el derrocamiento de Evo Morales
A tres semanas del levantamiento popular, el presidente se aferra al cargo pese a que el 82% de la ciudadanía reprueba su gestión. El pueblo sigue movilizado y aguanta la creciente brutalidad de los Carabineros.
La protesta del pueblo chileno sigue firme, pese a las concesiones y las promesas del gobierno de Sebastián Piñera, que cambió su gabinete pero él sigue firme, que es exactamente lo contrario de lo que piden los manifestantes.
Los militares cogobiernan Chile. Hay toque de queda y el presidente, Sebastián Piñera, le declaró la guerra al pueblo. Las fuerzas de seguridad matan, violan, torturan y hacen desaparecer gente, como en la dictadura de Pinochet.
La Argentina no está ajena a la ola de protestas sociales que se eleva en el continente en respuesta al crimen neoliberal, sólo que la lucha fue canalizada a través de la política, cuyo catalizador, una vez más, es el peronismo.
Educador y jefe de Gabinete de Podemos, la fuerza política que lidera Pablo Iglesias en España, Pablo Gentili tilda de “fiasco” al modelo chileno y reivindica al movimiento de mujeres como el más fuerte de la política argentina.
La “marcha más grande de Chile, la mayor desde el retorno de la democracia, sumó a casi un millón de personas. La masiva manifestación se desarrolla a una semana de que Sebastián Piñera decretara el estado de emergencia.
El sindicato de docentes universitarios de la UNR expresó su solidaridad con el pueblo chileno y repudió la represión del gobierno de Sebastián Piñera “recordando los años más oscuros de Latinoamérica y la dictadura pinochetista”.
La ministra de Seguridad, además, responsabilizó a la izquierda por los incidentes registrados en la protesta frente al Consulado de Chile. Y agregó: “El Estado chileno tenía que salir a poner orden, porque es una insurrección”.
La cifra de víctimas fatales a causa de la ofensiva llevada adelante por el gobierno de Sebastián Piñera aumenta, pero la ex presidenta Michelle Bachelet sólo llamó al “diálogo” y eludió pronunciarse sobre la represión.
