Este domingo el pueblo ecuatoriano elige presidente. Arauz, del correísmo, lidera las encuestas pese a la campaña sucia. Los poderes fácticos quieren a Lasso, que aparece en los Panamá Papers y es asesorado por Durán Barba.
El correísmo ganó con contundencia la primera vuelta, pero el acoso y los intentos de proscripción continúan. Presiones a las autoridades electorales, y movilizaciones callejeras para sembrar dudas. .
Arauz, delfín político de Rafael Correa, venció al cerco mediático y las fake news. Se abre un camino espinoso hacia el balotaje para el correísmo atacado por derecha y también por izquierda, espacios que lograron paridad de votos
Con las elecciones se tensa otra vez la pulseada política en Latinoamérica. El candidato de Correa, Arauz, el banquero conservador Lasso y el dirigente indigenista Pérez, pujan por la presidencia en medio del desastre pandémico.
México, Bolivia y Argentina demostraron que la voluntad popular puede vencer las mentiras y la violencia de la derecha. Ahora le toca a Ecuador. Se vislumbra el principio del fin de la ola neoliberal en la región, pero aún falta.
Las causas mediático judiciales altisonantes siguen a la orden del día en la región y tiene impacto político: ahora, ni en Bolivia ni en Ecuador dejan lugar para que participen en elecciones libres sus líderes más populares.
El ex presidente de Ecuador se presentaría este martes como candidato a la vicepresidencia junto al economista y ex ministro de su gobierno, Andrés Arauz, en las elecciones de febrero próximo, anunció un dirigente cercano.
Excluyeron a Fuerza Compromiso Social (FCS), a siete meses de las elecciones ecuatorianas y a un mes para que se presenten candidatos. Además, rechazaron la apelación en la causa al que acusan por corrupción al ex presidente.
Residentes de Chile, Bolivia, Haití, Ecuador y de otros países de América Latina, junto a estudiantes y organizaciones sociales y de derechos humanos realizarán este miércoles a las 17 un “Cabildo de los Pueblos” en Rosario.
La Argentina no está ajena a la ola de protestas sociales que se eleva en el continente en respuesta al crimen neoliberal, sólo que la lucha fue canalizada a través de la política, cuyo catalizador, una vez más, es el peronismo.
