Camina en medio de la oscuridad, sin rumbo. Se ha ido internando por un barrio de calles de tierra y casas de chapas, donde se ve una lámpara eléctrica muy a las perdidas. El silencio es absoluto: ni siquiera se escucha ladrar a los perros, que los hay por decenas en cada cuadra. Llega por último hasta un descampado, que …